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VIRUS DEL ZIKA Y EMBARAZO

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Llega el periodo del año en el que más viajes realizamos. Si estás embarazada o estás planificando quedarte embarazada en breve y tienes previsto viajar al extranjero, especialmente a países tropicales o subtropicales, te va a interesar leer este artículo.
 

Virus zika y embarazo

El Zika es una enfermedad viral transmitida a través de la picadura del mosquito Aedes. El Zika también se puede transmitir por una transfusión de sangre y por contacto sexual con una persona infectada.
Los primeros síntomas del Zika suelen ser leves, como manchas en la piel, fiebre, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones y fatiga. También podría cursar asintomático.
 
Las mujeres gestantes o que están intentando quedarse embarazadas deben tener especial precaución de no infectarse para evitar que el virus se transmita al feto en desarrollo. Si bien, la mayoría de los adultos infectados con el virus Zika tienen síntomas leves, los bebés, si han sido infectados durante su gestación, pueden nacer con malformaciones graves.
 
A continuación, se explican los riesgos, los tratamientos y la prevención del Zika durante el embarazo:
 
Las madres infectadas con el virus Zika tienen un alto riesgo de tener hijos con el conocido como "Síndrome Congénito por el Virus del Zika", una condición caracterizada por daño cerebral, bajo peso al nacer, lesiones en el sistema nervioso central, cambios en la piel y dificultades en el desarrollo físico y mental. La malformación más común asociado con el virus del Zika es la microcefalia.
 
En la actualidad, no hay tratamiento específico existente para el virus Zika durante el embarazo; sin embargo, hay formas de reducir los riesgos para el feto.
 
Las madres que tienen un diagnóstico positivo del virus Zika durante el embarazo deben buscar atención médica. Esto ayudará a las mujeres embarazadas a recibir los cuidados necesarios para ayudar a sus bebés a tener las menos consecuencias posibles para su salud.
 
También es esencial, para evitar el contagio del virus Zika, que las mujeres embarazadas eviten viajar a zonas afectadas por el brote de Zika.
 
Además de no viajar a zonas afectadas por el virus, las mujeres embarazadas que estén en situación de riesgo, pueden protegerse usando repelente para insectos, mosquiteras y prendas protectoras que cubran la mayor cantidad de piel posible.
 
Es importante recordar que el virus Zika puede transmitirse a través del contacto sexual, por lo que las parejas que intentan tener un bebé deben abstenerse del contacto sexual sin preservativo si el padre viajó a una zona afectada por el virus hasta que pase el periodo de riesgo.
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El pilates durante el embarazo

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Editado por Penalva Lozano, lunes, 27 de febrero de 2023, 10:02

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El pilates es un tipo de ejercicio de bajo impacto muy beneficioso durante el embarazo siempre y cuando se realice bajo la supervisión de una fisioterapeuta especializada y se adapte a las necesidades específicas de cada mujer. A continuación, se detallan algunos de los beneficios que el pilates puede proporcionar durante el embarazo:

 

  • Fortalecimiento del suelo pélvico: los ejercicios de pilates pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico lo que puede prevenir la incontinencia urinaria y otras complicaciones relacionadas con el embarazo y parto.
  • Mejora la postura: el pilates puede ayudar a mejorar la postura durante el embarazo, lo que puede reducir el dolor de espalda y otros problemas musculares.
  • Fortalecimiento de los músculos centrales: los ejercicios de pilates se centran en el fortalecimiento de los músculos abdominales, lo que puede ayudar a aliviar la tensión en la columna vertebral y mejorar la estabilidad durante el embarazo.
  • Mejora la flexibilidad: el pilates ayudar a mejorar la flexibilidad y la movilidad durante el embarazo lo que favorece la recuperación posterior.
  • Reducción del estrés: el pilates es una forma suave y relajante de ejercicio que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad durante el embarazo.

 

Es importante tener en cuenta que el pilates debe ser adaptado a las necesidades individuales de cada mujer embarazada y que algunas posiciones o ejercicios pueden no ser recomendables durante el embarazo. Por esta razón, se recomienda consultar con una profesional especializada antes de comenzar cualquier programa de ejercicios durante el embarazo. En Maternum te ofrecemos un servicio dirigido por nuestra fisioterapeuta especialista en ejercicio durante el embarazo y el postparto, vía presencial, streaming y online. Además, al precio más competitivo del mercado.

 

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Vacunas contra el COVID, embarazo y lactancia.

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En las ultimas fechas me están preguntado muchas mujeres gestantes y madres lactantes si se pueden vacunar frente al Coronavirus. Es un tema que está creando mucha controversia e inseguridad dado que afecta a las madres, pero también a los bebés.

Voy a dar mi opinión, de un modo directo, sobre este tema:

Las embarazadas presentan un pequeño incremento de sufrir un COVID-19 grave. Además, en caso de tener un COVID durante el embarazo, se tiene un riesgo incrementado de resultados obstétricos adversos, sobre todo, de parto pretérmino.

¿Se pueden vacunar las embarazadas y las madres lactantes?

Por supuesto que se pueden vacunar y, según mi criterio, deben hacerlo. Tanto el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en la actualización 7 del grupo de trabajo técnico de vacunación COVID-19, publicada el 11 de mayo de 2021; cómo la guía técnica de vacunación COVID-19, de la Generalitat Valenciana, en su versión 1.9, publicada el 1 de junio de 2021, aconsejan la vacunación frente al coronavirus durante el embarazo y la lactancia.

¿Qué tipos de vacunas están recomendadas durante el embarazo y la lactancia?

Las vacunas recomendadas son las llamadas de ARNm (Pfizer y Moderna). Un estudio, recientemente publicado en EEUU, incluyo 36591 mujeres gestantes que se habían vacunado con vacunas ARNm, no encontrándose señales que afectaran la seguridad.

¿Cuándo se ha de poner?

El embarazo y/o la lactancia, no son indicaciones, en sí mismas, para poner la vacuna. Se debe de vacunar a la mujer gestante o lactante, cuando le corresponda en función de su grupo de edad o cuando corresponda por pertenecer a otro grupo de riesgo.

Según La SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), sería aconsejable poner la vacuna a partir de la semana 20 de embarazo, una vez concluidos los periodos más críticos del desarrollo fetal. Sin embargo, el Consejo interterritorial y la Generalitat Valenciana, no estipulan ninguna edad gestacional mínima, ni máxima, para su inoculación.

¿Puede interactuar con otras vacunas en el embarazo?

Se conseja dejar dos semanas entre la vacuna del COVID y la vacuna de la Tosferina.

¿Me protege solo a mí o también protege a mi hijo?

Se ha demostrado que los bebés nacidos de madres que ha sido vacunadas durante la gestación disponen de una cierta inmunidad pasiva. Es decir, nacen con una carga de anticuerpos, heredados de la madre, que les pueden proteger, al menos parcialmente, durante las primeras semanas de vida.

También se ha demostrado que los anticuerpos generados por la vacuna fluyen a través de la leche materna

Además, lo considero una cuestión de responsabilidad social. Para conseguir la tan deseada inmunidad de rebaño, todos tenemos que poner nuestra pequeña aportación, vacunándonos.

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-Maternum y la prevención del contagio por coronavirus

Cualquier usuario en el mundo
Editado por Penalva Lozano, sábado, 7 de marzo de 2020, 08:30

Coronavirus y embarazo

En Clínica Maternum, en el afán de cuidar a nuestro bien más querido, nuestras embarazadas, ponemos en marcha diversas medidas encaminadas a evitar la muy remota posibilidad de un contagio del SARS-CoV-2 durante los cursos de preparación al parto, pilates para embarazadas, pilates con bebes, cursos de socorrismo pediátrico y cualquier otra actividad que se desarrolle en grupo. Para ello:

1-      Hemos implantado en nuestras instalaciones un sistema de extracción de aire que fuerza la renovación de este.

2-      Se facilita gel hidroalcohólico desinfectante y se establece la obligatoriedad de utilizarlo antes de acceder a la sala de grupos.

3-      Ponemos a disposición de nuestras embarazadas los sistemas necesarios para desinfectar las superficies sobre las que trabajan durante el curso (reposabrazos de las sillas, etc).

4-      Rogamos que toda persona con fiebre o síntomas respiratorios se abstenga de venir a los cursos. Desde clínica Maternum, pondremos en marcha todos los recursos necesarios para garantizar que la embarazada con síntomas respiratorios pueda realizar su curso de preparación al parto sin poner en riesgo la salud de sus compañeras.

5-      Se ruega evitar el contacto físico en los saludos (besos, dar la mano, etc)

De momento, dado el estado actual de la enfermedad en nuestro país y siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitaria, consideramos totalmente innecesario adoptar otro tipo de medidas más drásticas. Pero si llegara el caso, o bien, si alguna embarazada así ya lo considerara oportuno, queremos recordaros que Clínica Maternum obsequia a todas sus pacientes presenciales con el CURSO DE PREPARACIÓN AL PARTO ONLINE. Con este formato de curso se evita la reunión en grupo y, por lo tanto, el riesgo de contagio.

En el curso de preparación al parto online consta de más de 16 horas de VIDEOS explicativos con proyección paralela de diapositivas. El curso online tiene los mismos contenidos que el curso presencial tanto en la parte teórica como en las prácticas y la gimnasia, incluso más ampliados que en el curso presencial y es accesible desde cualquier tipo de sistema: móvil, Tablet, ordenador, etc. Además, nuestras pacientes pueden realizar consultas y aclarar sus dudas con nuestro comadrón (Antonio Penalva) mediante chat y teléfono.

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Coronavirus, embarazo y lactancia

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Coronavirus, embarazo y lactancia

-Información general:

El coronavirus o SARS-CoV-2 ha irrumpido súbitamente en nuestras vidas creando incertidumbre, inseguridad y, en algunos casos, ansiedad.

El desarrollo de la información respecto al causante de la enfermedad está siendo muy rápida. En pocos días, desde la aparición de los primeros casos en china, se catalogó el agente causal, en pocas semanas se ha comprendido su sistema de transmisión, el periodo de incubación, etc. Aun así, sigue siendo en parte, un desconocido. No disponemos de vacuna ni de tratamiento, aunque ya se han puesto en marcha diversos estudios clínicos para encontrar una vacuna y tratamientos eficaces. Desconocemos todavía si va a tener un comportamiento estacional como el resto de los coronavirus o no va a reducir su actividad con la próxima mejoría de la climatología.

Debemos de tener en cuenta que los virus que tienen un comportamiento estacional (por ej: el virus de la gripe), no solamente se debe a que las temperaturas son más cálidas en primavera y verano, también es debido a los cambios en nuestro sistema de vida durante estos meses: estamos más en espacios abiertos, ventilamos más las viviendas, modificamos en parte nuestra alimentación, etc.

Los coronavirus no son ningunos descocidos. Los coronavirus son una familia de virus RNA, este dato no tiene demasiada importancia desde el punto de vista de la divulgación al público en general, pero sí nos indica que son un tipo de virus que mutan con mucha frecuencia y facilidad.

Sabemos muy poco de la trasmisión de coronavirus a los humanos. Conocemos que su reservorio son determinados animales salvajes como por ejemplo los murciélagos (entre otros), y se ha teorizado sobre la posibilidad de que la transmisión a nuestra especie se deba a la ingesta de estos tipos de animales en determinadas culturas, pero este extremo no está demostrado. En cualquier modo todo parece indicar que el nuevo coronavirus, SARS-COV-2, tiene una procedencia animal. De hecho, los primeros casos se han relacionado con un mercado de animales vivos de la ciudad de Wuhan, en China.

Prácticamente todos los humanos hemos tenido alguna infección a lo largo de nuestra vida por algún tipo de coronavirus, sobre todo durante la infancia. Las cepas más habituales son benignas y no crean más problemas que ligeros síntomas respiratorios y curan espontáneamente en pocos días. Sin embargo, también existen variantes de coronavirus más agresivos para los humanos y que han llegado a crear epidemias, como son:

  • MERS-CoV: virus que produce el síndrome respiratorio de Oriente Medio. Este síndrome se detectó por primera vez en 2012 y hasta finales de 2019 se habían registrado 2400 casos a nivel mundial con una letalidad del 35% (800 fallecidos). Dicho en otros términos el SRAS-COV tiene un bajo poder de transmisión, pero una alta mortalidad.
  • SRAS-CoV: El síndrome respiratorio agudo y grave, los primeros casos se dieron en China en 2002, 37 países declararon casos con un total de unos 8000 afectados y provoco más de 700 fallecidos, es decir, con una letalidad de aproximadamente el 10%.

La trasmisión del virus SARS-COV-2 es por contacto cercano con una persona infectada y, en concreto, mediante las gotitas respiratorias de mediano tamaño. El virus podría vivir durante un tiempo variable (horas o días), en función de los condicionantes medioambientales (temperatura, humedad, luz, etc), sobre las superficies en las que caigan estas gotitas respiratorias.

El cuadro clínico típico de la infección por SARS-COV-2 es:

  1. Enfermedad renal
  2. Tos seca.
  3. Cansancio.
  4. Dolor de garganta y de cabeza.
  5. Fiebre.
  6. Malestar general.
  7. Dificultad para respirar (disnea) en los casos más severos.

En cualquier caso, el cuadro clínico en muy variable, desde individuos que cursan asintomáticos hasta neumonías que, en algunos casos, cursan con insuficiencia respiratoria severa.

Los casos más graves y de mayor mortalidad se dan en personas mayores, inmunodeprimidos y/o con enfermedades crónicas de tipo respiratorio, diabetes y algunos tipos de cáncer. La tasa de letalidad de este virus parece que está entre un 2 y un 3 %.

El tratamiento es básicamente de soporte y adaptado a la benignidad o gravedad de cada caso.

Para la mayor parte de los casos, el tratamiento será domiciliario. Se reserva el tratamiento hospitalario en zonas de aislamiento o bien en la UCI, para los casos más graves.

En caso de sospechar que pueda estar afecta por la enfermedad, por favor, no acuda a un centro sanitario (hospital o centro de salud). La pauta adecuada seria llamar al 900300555 (Para los residentes en la Comunidad Valenciana. En caso de residir fuera de esta comunidad, infórmese del teléfono que se ha abierto para este fin en su lugar de residencia) y en este servicio le indicaran los pasos a seguir en función de las connotaciones de su caso particular.

La buena noticia es que en la población infantil los síntomas son muy leves y no se ha producido ningún caso fatal hasta el momento (06/03/20).

La prevención es sencilla:

  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón (40 a 60 segundos de lavado) o utilizar un gel hidro-alcohólico.
  • Al toser o estornudar, cúbrase la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo; tire el pañuelo inmediatamente y lávese las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol, o con agua y jabón.
  • Mantenga al menos 1 metro de distancia entre usted y aquellas personas que tosan, estornuden y/o tengan fiebre.
  • Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca.
  • Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, solicite atención médica en el teléfono indicado según su comunidad autónoma.

 

-Embarazo:

El primer estudio realizado en el mundo respecto a la relación del virus SARS-COV-2 y el embarazo se ha llevado a cabo en la Universidad de Wuhan (China) y a sido publicado en la prestigiosa revista “The Lancet”. Según este estudio las características de la neumonía por SARS-CoV-2 en mujeres embarazadas fueron similares a la del resto de pacientes adultos no gestantes que también desarrollaron neumonía por SARS-CoV-2. Además, los resultados de los casos estudiados sugieren que, “actualmente, no hay evidencia de infección intrauterina causada por transmisión vertical en mujeres que desarrollan neumonía por SARS-CoV-2 al final del embarazo” y, de momento, el virus no ha sido detectado en muestras de líquido amniótico. En cualquier modo, estas conclusiones, aunque tranquilizadoras, debemos de tomarlas con reservas pues, en el estudio,solo se analizaron 9 casos. La muestra poblacional es totalmente insuficiente para sacar conclusiones concluyentes.

El Centro de Control de Enfermedades de EE. UU. mantiene que hasta el momento no posee información de efectos adversos de la infección por SARS-COV-2 en mujeres embarazadas, pero también avisa de que la infección por otros coronavirus (SARS-CoV y MERS-CoV), sí que produjeron abortos y muerte fetal. Al tiempo alertan de que la fiebre elevada durante el primer trimestre de gestación puede aumentar el riesgo de defectos congénitos.

Respecto a la propia mujer, el Centro de Control de Enfermedades de EE. UU., indica que las mujeres embarazadas vivencian modificaciones fisiológicas y en su sistema inmunitario. Estas modificaciones les pueden hacer ser más susceptibles a la infección por SARS-COV-2. A las mujeres embarazadas debemos de considerarlas población de riesgo si nos basamos en las conclusiones obtenidas tras el estudio de otras epidemias por coronavirus (SARS-CoV y MERS- CoV).

 

-Lactancia:

Otro punto importante que debemos de tener en cuenta es si se debe mantener la lactancia en caso de infección por SARS-CoV-2 o, al contrario, debería suspenderse.

En este tema, no disponemos todavía de ningún estudio riguroso. De momento el virus no ha sido detectado en la leche humana, pero la muestra poblacional todavía no es suficiente para sacar conclusiones definitivas y, por lo tanto, tenemos que remitirnos a la experiencia adquirida con el SARS-CoV. En este caso, también resulta esperanzador conocer que ese virus tampoco fue detectado en la leche humana. Pero insisto, el SARS-CoV aunque es un virus de la misma familia que el SARS-COV-2, no está garantizado que ambos se comporten igual en este aspecto.

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Vitamina D y embarazo

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Editado por Penalva Lozano, viernes, 20 de octubre de 2017, 11:30

La vitamina D tiene una función directa sobre el metabolismo óseo pero también tiene un papel muy relevante en nuestra inmunidad, reproducción, secreción insulínica, etc. Pero ésto no es todo, mantener un nivel adecuado de vitamina D durante el embarazo es esencial pues ayuda a prevenir la preeclampsia, los partos prematuros, la diabetes gestacional y los fetos con bajo peso al nacimiento. Al tiempo, facilita un correcto desarrollo osteo-muscular fetal y previene problemas óseos futuros en la madre como pueda ser la osteoporosis.

Los humanos disponemos de dos grandes fuentes de vitamina D que son la dieta y la luz solar:

-Dieta: pescados grasos, aceite de hígado de pescado, huevos, leche entera y los derivados lácteos.

-Luz solar: nuestra piel sintetiza vitamina D cuando es expuesta al espectro de luz ultravioleta solar.

Según la OMS, las necesidades de vitamina D durante el embarazo están entre 5 y 10 μg/día (200- 400 UI/día). Con una dieta adecuada y exposición correcta de nuestra piel a la radiación solar debería de ser suficiente para satisfacer las necesidades de vitamina D de la mujer embarazada. El problema radica en conocer qué tiempo de exposición solar sería el adecuado en función de la latitud y longitud en la que nos encontremos. Un estudio llevado a cabo en Australia a una latitud y longitud equiparable a España (45º latitud sur equivalentes a los 42º norte de España), mostraba como era necesario tomar  7 minutos de sol al día durante el verano o 35-45 minutos 3 veces a la semana durante el invierno con al menos un 20% del cuerpo descubierto y sin protección (evitando las horas centrales del día). Estas dosis de sol son saludables y recomendables.

Pues bien, a pesar de nuestra dieta mediterránea y de las muchas horas de luz solar de las que disfrutamos en España, según el estudio "Prevalencia de deficiencia e insuficiencia de vitamina D y factores asociados en mujeres embarazadas del norte de España" publicado  en la revista Nutrición Hospitalaria en 2015, un 62,7 % de las embarazadas estudiadas tenían niveles de vitamina D considerados deficientes o insuficientes. El problema resultaba ser más agudo durante los meses de octubre a mayo, en gestantes con sobrepeso y obesidad y en las más jóvenes. Además el problema no es exclusivo del norte del país, en la cuenca mediterránea también vemos con frecuencia embarazadas con esta carencia, y es que, nuestra evolución como especie no tenía previsto que trabajáramos y nos desplazáramos bajo techo al igual que tampoco "calculó" el uso de los fotoprotectores.

De aquí se deriva la necesidad por parte de los profesionales de educar y motivar correctamente a la embarazada y su entorno en hábitos correctos que garanticen el aporte necesario de este oligoelemento. En caso de objetivar su carencia o sospechar el incumplimiento de una rutina de vida adecuada, se deberían recomendar alimentos fortificados con vitamina D o prescribir un complemento del mismo. Este último extremo con la debida precaución, pues al tratarse de una vitamina liposoluble es acumulable y su exceso podría crear problemas de toxicidad.

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