Querida Laura:

Efectivamente, sois muchos y al final se hace complicado acordarme de cada uno de vosotros únicamente por el nombre, pero seguro que si te veo me acuerdo de tí.

Te explico, lo estás haciendo bien, pero en vez de acostarte junto a él, siéntate en una silla a su lado, sin acostarte y explícale que le harás compañía desde allí. Cuando se despierte por la noche, repite la operación hasta que consiga dormirse. A medida que vaya adaptándose a la nueva situación, y de manera paulatina,  ves acercando la silla a la puerta de salida de su habitación, es decir, cada día un poquito más lejos de su cama, hasta que llegues a ponerte fuera del todo. Y al igual que en los pasos anteriores, cuando consideres que ha asumido el cambio, ya no hará falta que te quedes en la silla, podrás dejarlo en la cama y marcharte.

Lo más importante es la paciencia y la CONSTANCIA, piensa que hay niños que con una semana se han adaptado y otros que tardan bastante más, pero si sois perseverantes y aplicáis el método de forma adecuada, conseguiréis vuestro objetivo sin ninguna duda.

Este tema ha sido tratado muchas veces, puedes seguir los siguientes enlaces:

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Un abrazo y ánimo.