Querida Beatriz:

"Mantener el contacto íntimo y cálido con el cuerpo de  otra persona mientras se concilia el sueño es una necesidad primigenia y connatural a todo niño" (FREUD,A. Le normal et le pathologique chez l'enfat)

Con esto quiero transmitirte, que no se acostumbrará, sencillamente ya está acostumbrada. ¿Desde cuando? Desde antes de nacer. Por lo tanto, ya sabes mi consejo, atiéndela y ofrécele tu mano para dormir.

Llegará el día Beatriz, que añorarás el que tu pequeña te necesite tanto y ese día llegará antes de lo que te imaginas. Por lo tanto, si tienes la posibilidad ofrécele tu mano cuando la necesite y cuando observes que está relajada y prácticamente dormida, ya te puedes marchar, es decir, no es necesario (si no quieres) esperar a que esté profundamente dormida, pero sí, que la hagas sentir segura, protegida y atendida.

Otra orientación que os ofrezo, es que no seas siempre tú quién le des tu manita, és importante que participe también papá, de forma que la peque se habitúe a estar con los dos a la hora de dormir.

Un besote.